VermeLed es un proyecto activo en el que llevamos más de un año trabajando intensamente. La edición de 2019 consistió en una serie de actividades desarrolladas a lo largo de tres meses, cuyo resultado fue un evento de un día de duración que denominamos “Romaría da Luz”. En este evento intervinimos sobre diversos espacios naturales con más de veinte dispositivos luminosos, organizamos una caminata popular y presentamos el resultado de varios talleres de creación tecnológica que habíamos impartido a jóvenes de la zona. También creamos un archivo visual y sonoro que recopila historias, contadas por mayores, sobre la relación de la luz y la tecnología con el lugar, que denominamos “Arquivo das vellas historias”.
ROMARÍA DA LUZ. Consistió en la instalación de más de veinte dispositivos luminosos y de audio interactivo a lo largo de un tramo de 1.500 metros del Camino Inglés de a Santiago, por el que discurrió la caminata popular nocturna. Contó con la participación de más 200 personas que portaban objetos luminosos fabricados por ellos mismos. El recorrido contaba con tres puntos singulares:
BOSQUE AUTÓCTONO DE GALICIA. Una informal masa boscosa formada por robles, castaños, abedules, laureles… que fue intervenida superponiéndole diversas estructuras luminosas diseñadas y construidas ad hoc. Estas piezas geométricas (triángulos, líneas y puntos) fueron secuenciadas de manera repetitiva a lo largo del recorrido. La inserción de geometrías puras sobre las formas orgánicas del bosque condujo a una percepción novedosa de ese entorno, moldeado de un modo insólito por las instalaciones que operaban en la oscuridad de la noche. Se buscó deliberadamente que estas estructuras no se integrasen en la naturaleza, diferenciando la intervención del entorno natural. El contraste y la superposición constituyeron instrumentos poderosos en la redefinición del paisaje.
En este bosque se intercalaron también instalaciones sonoras interactivas que disparaban sonidos industriales ajenos al entorno y también sonidos integrados, que fomentaban la sensación de irrealidad, potenciaban la presencia de los artefactos luminosos y generaban diversas reacciones en los caminantes (asombro, pausa, miedo, búsqueda…)
CABAÑAS. Un grupo de jóvenes de la zona (10-15 años) habían construido una pequeña cabaña en un bosque de ribera. Cuando la descubrimos, los invitamos a unirse activamente al proyecto y a participar en los talleres de luz y tecnología que estábamos preparando. Su participación implicaba el compromiso de diseñar una instalación luminosa para ese lugar. La diseñaron y construyeron con la colaboración de sus compañeros de instituto y su profesor de tecnología.
Se buscó la motivación constante, sin impartir instrucciones y dejando libertad a su creatividad.
Como resultado construyeron dos cabañas más: una de tres plantas engarzada en unos árboles y una versión de mayor tamaño de la cabaña inicial. Su grado de implicación fue altísimo, y estas cabañas perviven todavía y evolucionan constantemente.
EMBALSE. Siete estructuras luminosas, más de 200 puntos de luz y dos instalaciones sonoras se colocaron en el entorno del embalse, situado al final de la ruta, que está siendo objeto de un interesante proceso de renaturalización. Las instalaciones proyectadas jugaban con los reflejos en la superficie de la presa, multiplicando así su presencia.
Una de ellas, consistente en un tetraedro luminoso flotando a la deriva en la zona central de la lámina de agua, constituyó la pieza más icónica de la propuesta.
Además, se instalaron dos obras de los artistas sonoros Dio3tsu: Arpa eólica y Pastor táctil.
Una de ellas, consistente en un tetraedro luminoso flotando a la deriva en la zona central de la lámina de agua, constituyó la pieza más icónica de la propuesta.
Además, se instalaron dos obras de los artistas sonoros Dio3tsu: Arpa eólica y Pastor táctil.
La intervención incluía también la formalización con balizas luminosas del perímetro del embalse y el sendero anexo, una actuación lumínica en el arroyo y la instalación de micropuntos de luz en diversos espacios de la ruta.
RESULTADO
Los asistentes caminaron en la oscuridad, solo rota por la luz de las instalaciones y de los dispositivos que portaban; disfrutaron de un paisaje que habitualmente pasa inadvertido y se fundieron con él. De este modo vivieron una experiencia insólita, sorprendente para algunos, emocionante para otros, que modificaba la percepción de un lugar que algunos ya conocían y que había sido alterado radicalmente por el conjunto de artefactos instalados y por su propia presencia.
Nuestro deseo es que hayan interiorizado imágenes memorables, que habitualmente no perciben, y que hayan recuperado el interés y la sensibilidad por el paisaje nocturno, sutilmente iluminado, calmo y tenebroso a la vez, que el modo de vida digital ensombrece.
Más información en www.tronante.eu