Manos a la obra: se desnuda la casa respetando sólo los muros de carga. Se define, en colaboración con los propietarios, una planta diáfana de distribución ambigua (comer, trabajar, tocar, revelar, descansar, leer, proyectar, dormir, asearse) con dos usos destacados en la zona central: cuarto oscuro para revelar, cuarto insonorizado (que al final no lo fue) para dormir, ambos se cierran con un panel corredero y abatible forrado con un geotextil. Las puertas se sustituyen por elementos multiuso: estantería-centro neurálgico que alberga toda la tecnología de la vivienda para separar la zona de dormir, mesa-puerta para separar la zona de leer. Los materiales: viroc, policarbonato, geotextil… sobre una alfombra continua de madera de pino sin tratar, lo suficientemente baratos como para permitirse unas carpinterías de madera. Los propietarios, que lo han hecho casi todo con sus propias manos y con la ayuda de operarios de baja cualificación, acabaron exhaustos pero ahora se sienten felices viviendo en estos espacios, que evolucionan y son modificados continuamente. Este es el premio que uno obtiene por dedicarse a esta profesión.
Casa MN
Una vivienda usada con una distribución laberíntica a un precio muy asequible en el centro de Madrid, unas exigencias programáticas mínimas pero muy específicas (ella toca el cello, él es fotógrafo) que implican necesidades de aislamiento acústico y lumínico en un entorno lo más diáfano posible. Un presupuesto mínimo y unos propietarios-amigos dispuestos a jugar al DIY